miércoles, 11 de febrero de 2009
ARTICULO NACIMIENTO Y PORTAL
Por Luis C. García Correa y Gómez.
Dada por teléfono el jueves 21-12-2006, por indicación de Vicente Díaz, en Radio Gáldar, Tlf. 928 23 46 22, siendo las 09.45.
Los canarios, y desde hace muchos años, hemos llamado al conjunto de figuras que representan la natividad de Nuestro Señor Jesucristo con la palabra "NACIMIENTO".
Y la hemos usado porque natividad es los mismo que Navidad y lo mismo que Nacimiento, y ésta última palabra siempre la hemos considerado, al menos las personas mayores, como más descriptiva de lo que se quiere representar.
Belén es la ciudad donde nació Nuestro Señor Jesucristo, y aunque también se solía usar dicha palabra, la de Belén, era mencionada de manera menos frecuente, quizá de forma puntual; lo normal era decir "NACIMIENTO". Y la de Portal era empleada para referirse al lugar donde se colocaba la Sagrada Familia.
Recuerdo con añoranza aquellos preparativos a finales de noviembre.
Unos buscando helechos y otras plantas, y otros sembrando trigo en pequeños recipientes, como eran la cajas de madera de la conserva de membrillo, que, con lo ilusionados cuidados diarios, nacía aquel verdor, y cuando nos pasábamos en los cuidados se volvía amarillento, ello nos producía cierta tristeza, la que poco duraba porque volvíamos a la plantada, ya que el crecimiento era muy rápido.
Luego preparar el sitio, que solía ser en la entrada de las casas y en lugar destacado, ya que la importancia de las creencias religiosas inspiraban toda esta ilusión y trabajos, y solían ser visitados por amigos y conocidos.
En la realización de estos Nacimientos, la cooperación era total en la familia, especialmente a los niños se les implicaba para que se aficionasen, y así ellos, nosotros nos considerábamos como partícipes directos y eran, realmente, nuestros Nacimientos.
Las imágenes de la Sagrada Familia, como eran la del Niño Jesús, la de la Santísima Virgen y San José solían ser las de mejor calidad de todo el Nacimiento, junto con la burra y la mula. Había quienes intentaban adquirir, cada vez que podían, nuevas y mejores figuras, muchas verdaderas obras de arte.
Ahora creo que estamos viviendo un momento preocupante, puede que hasta con posibilidad de disminuir nuestra tradicional identidad por el arrollador proceso de influencias exteriores, y la falta de educación familiar en estos valores religiosos.
No cabe duda que la lengua es un ser vivo y como tal, sufre modificaciones; pero creo que no por ello se debía perder, como en este caso, palabras que han significado, y siguen significando, algo que siempre hemos considerado – que en mi época lo consideraban tanto los creyentes como los no creyentes - y, además, esta palabra NACIMIENTO era entendida de forma ilusionada.
Lógicamente, para los creyentes, se añadía el sentido religioso que hacía que el NACIMIENTO fuese la representación del AMOR de DIOS A LOS SERES HUMANOS Y A TODO LO CREADO POR ÉL CON SU LLEGADA, CON SU NACIMIENTO.
Quizá los padres, y nosotros los abuelos, no hemos transmitido adecuadamente valores morales y religiosos, y, por tanto, no hemos educado, al menos como lo fuimos por nuestros familiares.
Somos: producto de la educación, y lo hicieron infundiéndonos valores morales y religiosos. Y conociendo mi caso me hicieron ver el valor de la libertad y de la obligación de participar para el bien de la comunidad.
Participación que, insisto, debe ser absolutamente necesaria para todos y cada uno de los que habitamos este mal tratado planeta azul - como diría el inolvidable Dr. Rodríguez de la Fuente - para fortalecer la libertad y aumentar la felicidad.
Eran los Nacimientos una parte importante de la Navidad, y su realización de enorme ilusión, ya que representaba, y representa, la llegada del Niño Dios a nuestra tierra, la participación de su Santísima Madre y la del bendito San José.
Eran, la Navidad y el Nacimiento, el comienzo del tiempo atrás para los regalos de los Reyes Magos en contestación a las cartas que les habíamos escrito.
Espero que podamos seguir usando las mismas palabras para los mismos conceptos, me parece que ello no nos hace retroceder. Cualquier pérdida, como tal, no creo que beneficie. Si perdemos algo de valor intentamos encontrarlo, y si los canarios creemos que la representación del NACIMIENTO de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO es algo de valor inconmensurable, al menos para los que somos creyentes, sigamos usando esta palabra NACIMIENTO, y sean y sigan siendo LOS NACIMIENTOS CANARIOS la ilusión de pequeños y mayores haciendo que las familias juntas programen y realicen actos gozosos y hechos magníficos, que les unan entre ellas y con los demás
En la ilusionada esperanza que el NIÑO DIOS renazca en todos los corazones de los canarios, dándonos la plena felicidad, reciban el cariño y un fuerte abrazo de quién aún sigue ilusionado con los Nacimientos.
Muchas felicidades y que Padre Dios les bendiga a todos.
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